jueves, 21 de octubre de 2010

LA PROFILAXIS ANTIBIÓTICA+


se refiere a la prevención de complicaciones infecciosas usando terapia antimicrobiana (normalmente antibióticos).
Aun cuando se hacen técnicas estériles, procedimientos quirúrgicos pueden introducir bacterias y otros microbios en la sangre (causando bacteriemia), los cuales pueden colonizar e infectar varias partes del cuerpo. Un estimado de 5% al 10% de pacientes hospitalizados bajo otorrinolaringología (“cabeza y cuello”) quirúrgica adquieren una infección nosocomial, la cual agrega un costo sustancial y un promedio de 4 días extras en la estancia en el hospital.
Los antibióticos pueden ser efectivos reduciendo la posibilidad de tales infecciones. Los pacientes deben ser seleccionados para profilaxis si la condición médica o si la infección postoperativa pueda causar un daño serio a la recuperación del paciente.
 TIPOS DE RESISTENCIA DE LOS ANTIBIÓTICOS



Los antibióticos pueden salvar vidas. Pero algunos gérmenes se vuelven tan fuertes que pueden resistir el efecto de los medicamentos. Esto se llama resistencia. Los medicamentos no actúan tan bien. Es posible que los gérmenes le pasen la resistencia a otros gérmenes.
Los antibióticos normalmente funcionan matando los gérmenes llamados bacterias. Otras veces impiden que la bacteria crezca. Pero, también puede ocurrir que no todos los gérmenes dejen de crecer o mueran. Los más fuertes crecen y se propagan. Una persona puede enfermarse de nuevo y esta vez será más difícil matar a los gérmenes.
Mientras más a menudo una persona use un antibiótico, habrá más probabilidades de que los gérmenes se vuelvan resistentes. Esto puede hacer que muchas enfermedades sean muy difíciles de controlar. También es posible que la persona esté enferma mucho más tiempo y que tenga que ir más veces a consultar al médico. Incluso podría tener que tomar medicamentos todavía más fuertes.
MECANISMOS DE ACCIÓN DE LOS ANTIBIÓTICOS.




La acción del agente antibacteriano es lograda mediante los siguientes mecanismos de acción:
·         inhibición de la síntesis de la pared celular
·         inhibición de la síntesis de proteínas
·         inhibición del metabolismo bacteriano
·         inhibición de la actividad o síntesis del ácido nucleico
·         alteraciones en la permeabilidad de la membrana celular
Con cualquiera de estas acciones o con una combinación de ellas, el germen es incapaz de sobrevivir.
TOXICIDAD DE LOS ANTIBIÓTICOS



cualquier compuesto químico utilizado para eliminar o inhibir el crecimiento de organismos infecciosos. Una propiedad común a todos los antibióticos es la toxicidad selectiva: la toxicidad hacia los organismos invasores es superior a la toxicidad frente a los animales o seres humanos. La penicilina es el antibiótico más conocido, y ha sido empleado para tratar múltiples enfermedades infecciosas, como la sífilis, la gonorrea, el tétanos o la escarlatina. La estreptomicina es otro antibiótico que se emplea en el tratamiento de la tuberculosis. En un principio, el término antibiótico sólo se empleaba para referirse a los compuestos orgánicos producidos por bacterias u hongos que resultaban tóxicos para otros microorganismos. En la actualidad también se emplea para denominar compuestos sintéticos o semisintéticos. La principal categoría de antibióticos son los antibacterianos, pero se incluyen los fármacos antipalúdicos, antivirales y antiprotozoos.
COMO ELEGIR UN ANTIBIÓTICO ADECUADO.

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Al escoger un antibiótico que se ha de utilizar en un régimen terapéutico determinado, han de tenerse en cuenta la edad del enfermo, el cuadro clínico que presenta, el sitio de la infección, su estado inmunitario, otros factores y la prevalencia de resistencia local.
Una persona anciana puede presentar una disminución de la función renal, que haría necesaria la prohibición de algunos medicamentos y el cálculo adecuado de la dosis a utilizar de otros, especialmente aquellos que tienen una excreción principalmente renal. Lo mismo sucederá en pacientes de cualquier edad portadores de una insuficiencia renal crónica.
En las primeras edades de la vida, las dosis de los antibióticos han de ser cuidadosamente calculadas teniendo en cuenta el peso del niño.
El cuadro clínico específico que presente el enfermo es clave para la seleccióndel antibiótico, pues la experiencia indica la mejor selección según el germen que con más frecuencia produce dicho cuadro. El sitio de la infección es importante porque el antibiótico escogido debe ser capaz de llegar a él parapoder actuar.
El estado inmunitario influye grandemente. Un paciente con compromiso inmunitario es más débil y menos capaz de enfrentar y vencer la infección. El déficit inmunitario es frecuente en los ancianos, en los bebedores, en los que utilizan asiduamente drogas, esteroides. Es clave en los portadores y enfermos de sida. En todos ellos se requieren dosis mayores y, con frecuencia, la utilización de combinaciones de antibióticos.
ESPECTRO DE ACCIÓN DE LOS ANTIBIÓTICOS.




Mecanismos de acción
La acción del agente antibacteriano es lograda mediante los siguientes mecanismos de acción:
·         inhibición de la síntesis de la pared celular
·         inhibición de la síntesis de proteínas
·         inhibición del metabolismo bacteriano
·         inhibición de la actividad o síntesis del ácido nucleico
·         alteraciones en la permeabilidad de la membrana celular
Con cualquiera de estas acciones o con una combinación de ellas, el germen es incapaz de sobrevivir.
CLASIFICACIÓN DE LOS ANTIBIÓTICOS SEGÚN SU ORIGEN




Clasificaciones de los antibióticos.
 La más habitual los agrupa en función de su mecanismo de acción frente a los organismos infecciosos.
Algunos lesionan la pared de la célula.
Otros alteran la membrana celular.
La mayor parte de ellos inhiben la síntesis de ácidos nucleicos o proteínas, los polímeros constituyentes de la célula bacteriana.
Otra clasificación agrupa a los antibióticos en función de las bacterias contra las que son eficaces: Estafilococos, estreptococos y Escherichia coli, por ejemplo.
 También se pueden clasificar en función de su estructura química, diferenciando así las penicilinas, cefalosporinas, aminoglucósidos, tetraciclinas, macrólidos, sulfamidas u otros.